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Otra forma de explicar qué o quienes son los Yo Superiores o Ser(es) consciente(s) de un determinado nivel evolutivo, creado o nacido directamente de la fuente divina o universal. Cada entidad creada de la fuente inicia su camino evolutivo pasando por un grupo de experiencias y aprendizajes por el que desde un inicio de su camino va creando o planeando qué pasos dará y en qué dirección. Cuando un alma con Yo Superior decide tener una experiencia en la tierra, crea un acuerdo de pérdida de memoria, en donde comenzará las experiencias que le correspondan según el nivel evolutivo que tenga y los acuerdos que haya realizado desde antes de manifestarse como un ser denso.

 

"Una vez nacidos en la tierra nuestro Yo Superior intentará guiarnos para poder experimentar todo lo que acordamos aprender."

 

Creo que ya he mencionado que no somos solo un cuerpo físico, también contamos con uno espiritual y un alma. Los tres cuerpos se integran en el momento de nuestra concepción, cuando el óvulo es fecundado. En ese preciso instante, baja del sol central una chispa divina que se integra a la primera célula creada donde se incorpora la esencia del alma, que proviene de la madre tierra. 


Son la esencia del alma, la chispa divina del espíritu y el cuerpo físico, los que forman lo que es el feto en la madre. La chispa divina es la esencia de nuestro espíritu que proviene de la del Universo, es la que contiene la información de nuestro origen en el cosmos; la esencia del alma es la que abarca la información de nuestro origen en la tierra y, el cuerpo físico, es el que establece centros energéticos (llamados chakras y nadis) que vinculan toda esta información en todo nuestro cuerpo. 


Cuando nuestro cuerpo espiritual está listo para evolucionar de acuerdo con nuestras experiencias aprendidas en la tierra, comenzaremos a tener experiencias diferentes a las que llamamos ?paranormales? o que no comprendemos, tal y como yo tuve esa de salirme de mi cuerpo. En realidad, lo que se salió de mi cuerpo físico fue mi espíritu, el que junto con el alma mantienen una conexión al cuerpo, por lo que no podría morir aun si el espíritu y el alma se apartan un poco. 


Todos nuestros vínculos están en nuestras células y memorias celulares y se unen por todos nuestros centros energéticos, junto a nuestra chispa divina, por lo que le llaman el cordón dorado. Cuando tenemos alguna experiencia a salirnos del cuerpo físico, podemos mantener nuestra consciencia y alma integradas, pero fuera del cuerpo. Esto es lo que le llaman viajes astrales, debido a que todo espacio fuera de nuestro cuerpo físico es considerado el éter o el astral. En consecuencia, lo que hacemos es que salimos al astral. 


Ya regresando a mis vivencias en la Universidad, conocí a una chica que hasta el día de hoy es mi amiga, a la que le platiqué la experiencia que había tenido y lo que había leído. Ella me comentó que conocía a un maestro que vivía cerca de su casa, que leía la mano y sabía algo de esos temas y yo acepté ir a visitarlo. Desde que miré a aquél señor bonachón, él detectó que algo había en mí que deseaba conocer más, así que me invitó a una reunión que hacía con los chicos de su escuela donde realizaban un pequeño ejercicio. No me dio muchos detalles pero me dijo que ahí encontraría las respuestas que yo buscaba, así que me pareció muy atractiva la invitación. 


Mi amiga estaba tan curiosa como yo, así que llegamos a aquel salón, donde había muchos niños más pequeños que nosotras, de edades desde 7 a 14 o 15 años, todos sentados en el suelo. Entre ellos recuerdo muy bien a un chico con síndrome de down y a otro con sus piernas pequeñas que no le habían crecido a su tamaño normal. La mayoría de los demás, eran niños sin otras características que me hubieran llamado la atención. Menciono a estos dos chicos, porque más adelante me referiré a su intervención, por lo que quiero que los recuerdes bien. Mi amiga y yo nos aproximamos al grupo donde había dos lugares más, uno para mí y otro para ella. Nos sentamos en el suelo y nos dejamos llevar por la voz de aquel maestro. 


El viaje a Mi Yo Superior

El maestro nos pidió que cerráramos los ojos y que comenzáramos a imaginar un globo aerostático o una escalera por dónde nos dijo que subiéramos. Cuando ya me encontraba frente a aquel globo aerostático, apareció frente a mí uno de los niños, el de las piernas pequeñas, aunque en ese momento se veía alto y muy feliz.


Conforme fui avanzando en mi viaje hacia las nubes, ese chico me acompañó todo mi camino, lo que me hizo sentir muy segura y feliz de contar con alguien que estaba junto a mí.  Según el maestro nos fue describiendo el paso a paso, lo que debíamos hacer era llegar a aquel lugar donde encontraríamos una gran biblioteca. Allí buscaríamos un libro que tendría nuestro nombre, el que nos pidió que abriéramos. Para mí sorpresa, sí encontré un libro, pero en aquella biblioteca había muchas letras volando por todos lados y, cuando lo abrí, ¡las páginas estaban en blanco!Una angustia comenzó a inundarme, porque daba vuelta a las hojas y no había alguna que tuviera algún escrito. ¡Todo estaba en blanco!


Cuando fuimos guiados de regreso a nuestro estado normal y compartimos nuestras experiencias, yo no pude hacer lo mismo con la mía. Para mí, era muy extraño que los demás pudieran ver libros con algo dentro, porque el mío estaba en blanco. 


Todos los niños mencionaron algo de las páginas de sus libros, excepto mi amiga y yo. Yo estaba muy confundida porque no había nada en mi libro, fuera de él flotaban oraciones y palabras, pero ninguna tenía sentido. Más adelante, le pregunté al maestro que quería decir eso y él me dijo que no intentara explicar nada, solo seguir subiendo y haciendo ese ejercicio. Con el tiempo entendería. Y tal así sucedió, debido a que, cuando conocí como leer los Registro AKashicos, no había necesidad de saber el orden de la información, y solo bajaría la necesaria para nosotros en ese momento que hacíamos la lectura.


Entendí que la forma en que todos esos datos están en nuestro akasha o cuerpo astral, puede interpretarse como palabras flotantes, las que están contenidas en discos energéticos que giran en todos nuestros centros energéticos. Entre más desconectados estamos del mundo espiritual, más dispersa es la información. Entre más meditemos y conectemos con el interior, más esta comenzará a integrarse y a re-conectarse, y cada vez tendremos más consciencia, lo que nos llevará entenderla más. 


Años más adelante, cuando comencé a aprender lo que eran los Registros Akáshicos, había una meditación igual a aquellas experiencias que había tenido de niña, cuando el viaje en aquel globo se repetía pero, en vez de llegar a una biblioteca, se nos pedía que buscáramos una puerta, donde alguien detrás de esta estaba esperándonos para entregarnos la información que pedíamos. Ese alguien era lo que le llamamos el Yo Superior.


El concepto : El Yo Superior somos nosotros mismos pero con un nivel de consciencia más abierto. Es nosotros sin limitaciones de creencias ni bloqueos de ningún tipo. Nuestro Yo Superior es nuestro guía en la tierra, es decir, es nuestra propia consciencia de que existimos pero con amplio conocimiento de que formamos parte de algo mucho más grande que nuestra individualidad. Es decir, ese yo nuestro nos ayuda a entender que somos un granito de ser en el inmenso Universo, dentro de los miles de Universos existentes, que nos guía desde antes de nacer hasta nuestra muerte. 


Al momento de nacer es cuando comienza la magia de nuestra concepción como seres humanos en el vientre de nuestra madre, pero el resto de nuestra consciencia universal la debemos olvidar para poder experimentar la vida en la tierra.Una vez nacidos, comenzamos un camino en la tierra donde tendremos que experimentar eventos que nos ayudarán a aprender lo que es vivir en la tierra, las emociones, los sentimientos y las relaciones con otros seres humanos.


Si al momento de nacer, pudiéramos recordar quienes somos y lo que realmente representa nuestra existencia, seríamos unos seres con mucha más consciencia pero no podríamos convivir con nadie y ya no habría nada que experimentar ni vivir, porque lo entenderíamos todo y la vida sería aburrida pues todo sería perfecto y no habría nada que hacer más que comer, dormir y seguir así hasta nuestra muerte.

Hay quienes dicen que el Yo Superior es aquella parte de nosotros que no vemos, pero que es parte de nosotros cuando venimos a la tierra, es decir, nuestra parte invisible y con un nivel de consciencia diferente a lo que sí vemos y entendemos. 


¿Por qué le llamamos Superior? Porque el cuerpo que está materializado, se encuentra en un nivel inferior mientras que aquel con más amplia consciencia, es el que entiende y se encuentra por arriba de nuestro entendimiento, por eso está en niveles superiores. Entonces, el Yo Superior somos nosotros en un plano de consciencia superior, en el ámbito espiritual. Pero aun cuando de miles de definiciones o explicaciones de quien es el Yo Superior, la mejor manera de entender quien es, se refiere a la experimentación de esa conexión con nuestro propio Yo Superior, la que puede ser posible con meditaciones guiadas o no, dependiendo de nuestros deseos de entender y conocerse más.

 

Puedo hablar con certeza de que, después de tantos años de experimentar de diferentes maneras a mi Yo Superior, he entendido que todo consiste en buscar un silencio interior y en dejar que nuestra intuición nos guíe, confiando en que todo lo que pasa es perfecto. 

Te invito a experimentar esa conexión contigo mismo y entrar al mundo mágico de los libros del akasha, que te ayudarán a entender el camino en la tierra y tus experiencias de vida. Espero quedara un poco más claro de lo que estaba antes de leerme, jeje. Abrazo y hasta otra ocasión.

Monica Marcela Delgado